Esta población se encuentra en la Sierra Sur de Sevilla, sobre la ladera sur de la Sierra de Estepa.
Tierra sin duda llena de historia, en cada uno de sus numerosos restos arqueológicos del calcolítico, final del Bronce, íberos, romanos, visigodos y árabes. En estas tierras también tuvo lugar una de las batallas que se libraron entre las legiones del César y Pompeyo, hecho histórico que aparece en el escudo del pueblo.
Debe su nombre a una evolución de la palabra «Sílex», como piedra, o «Silena», lugar de la piedra. Tras la reconquista pasa la zona a la Orden Militar de Santiago, es en el siglo XVII, cuando se origina la población, dependiendo del Marquesado de Estepa, hasta que se independiza en 1837.
Qué ver en Gilena
Entre sus edificios destacaremos, la Iglesia de la Inmaculada Concepción con portada neoclásica, la Ermita de Nuestra Señora de la Salud, patrona de la localidad, o el Manantial del Ojo, utilizada para mover los molinos de harina que construyeron los árabes a lo largo de la ribera.
En el Museo de Pintura Contemporánea Francisco Maireles Vela, se encuentran varias obras de este pintor de origen local, considerado el mejor en la pintura religiosas sevillanas del siglo XX.
Comer en Gilena
Típicas sus aceitunas y el aceite, las huertas y pinares. Muy típicas también de esta comarca son las populares habas, también presente en muchos de sus platos, en potajes, en cazuela, o cocidas en su punto.
Dejamos atrás nuestra bonita visita en Gilena para dirigirnos a Estepa.
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