La historia de Écija es tan amplia como su riqueza artística. El origen de la ciudad se sitúa hacia el siglo VIII antes de Cristo, en el ámbito de la civilización tartésica.
Por ella han pasado muchas civilizaciones más como la romana o la Barroca, aunque conoció su mayor etapa de esplendor durante la dominación romana, ya que participó a favor de César en las Guerras Civiles contra Pompeyo.
Qué ver en Écija
Écija está considerada como la «Ciudad más barroca de Andalucía», y se llegó a crear el llamado «barroco ecijano», del cual existen evidentes muestras en edificios eclesiásticos y de la alta burguesía. La ciudad, fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, en el año 1.966.
Cuenta con numerosas iglesias y conventos barrocos, palacios y casas-palacio. Por toda la ciudad se encuentran vestigios de construcciones y elementos arquitectónicos, de la época romana. Además, Écija es la ciudad de las Torres, y las podemos ver repartidas a lo largo del casco histórico de la ciudad.
De entre sus muchas edificaciones podemos destacar el Museo de arte Sacro, con obras de los siglos XVI al XIX, la Iglesia de Santiago, edificio eclesiástico más interesante de la ciudad, siendo una de las iglesias más elegantes de la provincia y magnífica representante del estilo gótico-mudéjar del siglo XV o la Iglesia de San Juan Bautista, antigua Iglesia gótico-mudéjar de tres naves que tiene la torre más elegante del barroco ecijano.
Comer en Écija
La gastronomía ecijana está basada totalmente en ingredientes naturales como la sopa de gato, elaborada con tomates, pimientos, ajos, migas de pan y agua. Como guarnición se le puede añadir almejas, espárragos o cualquier otro tipo de verdura.
Nuestro siguiente pueblo a visitar, por el que pasa el Camino de la Frontera es Cañada del Rosal.
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